Agosto 15, 2020

Tres claves para la seguridad en zanjas y excavaciones

Una guía rápida para trabajar con seguridad y cumplir las normas en excavaciones y zanjas.

Los incidentes en excavaciones y zanjas provocan aproximadamente 25 muertes cada año, según la Oficina de Estadísticas Laborales. Desde servicios subterráneos y posibles derrumbes hasta golpes por objetos, los trabajadores enfrentan una variedad de peligros en estos entornos.

“Cuando hablamos de excavaciones y zanjas, la tierra es, por mucho, nuestro mayor riesgo. Pero cualquier servicio subterráneo con el que nos topemos —ya sea una línea de gas que no sabíamos que estaba ahí o una instalación eléctrica de alto voltaje enterrada— representa un peligro. Hay muchos riesgos que deben tomarse en cuenta, y todo cambia constantemente.”
– Eric Voight, Vicepresidente y Subdirector en Conner, Strong & Buckelew y miembro del Comité ANSI/ASSP A10.

La capacitación adecuada, una buena planeación, el conocimiento y el monitoreo constante del entorno de trabajo pueden ayudar a completar un proyecto de excavación o zanjeo de forma segura. Antes de comenzar tu próximo trabajo, ten en cuenta estos tres puntos clave:

Conoce el sitio de trabajo

El primer paso para un proyecto seguro es entender qué tipo(s) de suelo hay y qué riesgos pueden encontrar los trabajadores. Esto implica analizar el suelo, identificar peligros y definir las medidas necesarias para proteger al equipo.

“Antes de meter una pala en el suelo, antes de llevar una excavadora o cualquier maquinaria pesada, tienes que planear para todos los riesgos que podrías encontrar, y eso empieza incluso antes de llegar al sitio,” explica Voight. “Tienes que asegurarte de llamar al 8-1-1, o el número correspondiente en tu localidad, para que marquen los peligros conocidos que podrían estar en la zona.”

En cuanto a la clasificación, los suelos se dividen en cuatro tipos:

  • Tipo A: arcilla, arcilla limosa, arcilla arenosa y barro arcilloso
  • Tipo B: grava angular, limo, barro limoso y suelos con fisuras o cerca de fuentes de vibración
  • Tipo C: suelos granulares donde las partículas no se adhieren entre sí y suelos cohesivos con baja resistencia a la compresión sin confinamiento

Voight enfatiza la necesidad de hacer varias pruebas, como la prueba visual, de cinta o de resistencia en seco, para determinar el tipo de suelo. También se pueden usar herramientas como un torvane o un penetrómetro de bolsillo.

“De verdad tienes que ensuciarte las manos,” dice. “No es algo que puedas ver desde lejos y decir ‘esto parece suelo tipo C’. Tienes que meter las manos en la tierra porque es posible que luego tengas que justificar cómo llegaste a esa conclusión.”

Durante todo el proceso de planeación y pruebas, es clave trabajar junto con la persona competente del proyecto para definir cómo se abordarán los riesgos y qué soluciones ofrecerán el entorno más seguro posible.

“Una de las cosas más importantes es identificar quién será la persona competente,” comenta Voight. “Esa persona será quien determine, según la profundidad, el ancho, el tipo de suelo y el tipo de trabajo, qué estructura de protección es la más adecuada para los trabajadores.”

OSHA define a una persona competente como “alguien capaz de identificar riesgos existentes y previsibles en el entorno o en las condiciones de trabajo que sean insalubres, peligrosas o peligrosas para los empleados, y que esté autorizado para tomar medidas correctivas inmediatas para eliminarlos.”

Monitorea el entorno de trabajo

Las condiciones en un sitio de excavación cambian todo el tiempo. Por eso es esencial monitorear constantemente para saber cómo esos cambios pueden afectar la seguridad.

“Hay que hacer una evaluación cada vez que cambian las condiciones,” dice Voight. “Ya sea una tormenta por la tarde o un ciclo de congelamiento y deshielo, esos momentos son críticos porque pueden crear vacíos en el suelo y cambiar drásticamente la forma en que reacciona una zanja.”

Agrega que el suelo tiende a volver a ocupar los espacios vacíos por presión natural, así que eso debe considerarse al decidir qué medidas de protección usar.

“Una vez que entiendes que el riesgo siempre está presente, puedes planear distintas formas de minimizarlo,” dice Voight. “Ya sea con una estructura de protección, o con métodos de talud o terrazas, hay muchas opciones. Elige la que mejor se adapte a tu tarea.”

Además de que un profesional supervise las condiciones, los trabajadores también deben evaluar constantemente el estado de la zanja para mantenerse seguros durante toda la jornada.

“Una vez que entiendes que el riesgo siempre va a estar presente, puedes planear distintas formas de minimizarlo,” dice Voight. “Ya sea con una estructura de protección o algún tipo de talud o terrazas, hay muchas opciones entre las que puedes elegir. Elige la que mejor se adapte a tu tarea.”

Además de que un profesional de seguridad supervise las condiciones en el sitio, los trabajadores también deben evaluar constantemente el estado de la zanja para mantenerse seguros durante toda la jornada.

“Lo mejor que pueden hacer los trabajadores para protegerse es asegurarse de que haya una barrera entre ellos y la tierra,” explica Voight. “Ya sea una caja para zanjas, un escudo, un apuntalamiento de madera o retirar tierra para abrir el espacio. Si no hay tierra que pueda atraparlos, no hay tierra que pueda sepultarlos.”

Conoce los números

Voight señala que las normas sobre excavaciones, como la ANSI/ASSP A10.12, están basadas en datos, y hay ciertos números clave que debes tener presentes para proteger al personal.

Antes de iniciar cualquier trabajo, considera lo siguiente, según la norma A10.12:

  • Proporciona una forma de entrar y salir en zanjas de 4 pies o más de profundidad, de manera que ningún trabajador tenga que desplazarse lateralmente más de 25 pies.
  • Mantén las pilas de tierra al menos a 2 pies del borde de la zanja.
  • Las zanjas de 5 pies o más requieren una estructura de protección.
  • Las zanjas de 6 pies o más requieren protección contra caídas.
  • Zanjas mayores de 20 pies de profundidad deben ser revisadas por un ingeniero profesional para validar las estructuras de protección.

“Tenemos que asegurarnos de mantener la tierra alejada para que no atrape a los trabajadores,” concluye. “Requiere tiempo y esfuerzo, pero es la única forma de prevenir lesiones y muertes.”